1 bizcocho cortado en 3 capas
1 kg de fresas
300 g de azúcar
5 dl de nata para montar
4 hojas de gelatina
5 cuch. de mermelada de fresa.
Lavar la mitad de las fresas y trocearlas pequeñitas.
Rociarlas con 150 g de azúcar y macerar 1 h.
Montar la nata con el resto del azúcar. Remojar y derretir la gelatina. Mezclar las fresas escurridas con la mitad de
la nata y la gelatina.
Colocar en un molde una capa de bizcocho, bañar con el líquido de maceración de las fresas y cubrir con la mitad de las
fresas con nata. Proceder igual con la segunda capa. Humedecer también la tapa.
Reservar en la nevera al menos 2 horas (lo mejor es hacerla un día antes).
Desmoldear y decorar con la nata y fresas restantes.
Pintar con la mermelada disuelta en un poco de agua y colada.
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