claras 6
azúcar 1 TAZA
yemas 6
ralladura de naranja 1 CUCHARADA
harina 5 CUCHARADAS
cacao amargo 1 CUCHARADA
almidón de maíz 1 CUCHARADA
tortera de 24 centímetros de diámetro, enmantecada y enharinada 1
Lo que lleva el relleno
ricota 250 GRAMOS
ralladura de naranja 1 CUCHARADA
azúcar 1/2 TAZA
gelatina sin sabor 1 SOBRE (7 GRAMOS)
peras en almíbar 1 LATA
almíbar de las peras 1/2 POCILLO
crema de leche semibatida 1 TAZA
cacao, tiras de chocolate y hojas de menta OPCIONAL PARA DECORAR
Cómo se hace
Enmantecar y enharinar una tortera de 24 cm.
Batir las claras a nieve e ir agregando el azúcar mientras se continúa batiendo hasta obtener un merengue firme. Incorporar
las yemas, aromatizar con la ralladura de naranja y retirar de la batidora. Agregar gradualmente la harina tamizada con el
cacao y el almidón de maíz. Revolver con batidor manual en forma envolvente.
Verter la preparación en el molde y llevar la torta al horno, a temperatura moderada (180ø), aproximadamente 25 minutos
o hasta que se desprendan los bordes del recipiente. Desmoldar la torta sobre una rejilla y dejarla enfriar.
Tamizar la ricota, batirla con el azúcar y perfumarla con la ralladura. Aparte, disolver la gelatina en 1/2 pocillo del
almíbar de peras, calentarla unos segundos, retirarla e incorporarla tibia a la ricota. Por último, sumar la crema batida.
Dividir el bizcochuelo en 2 partes, colocar una de las partes dentro de un aro de 22 centímetros de diámetro y humectarla
con el almíbar de peras restante. Untar con la crema de ricota, distribuir encima las peras en mitades (reservar 1 o 2 mitades
para decorar) y cubrirlas con la crema de ricota restante. Tapar con la otra capa de bizcochuelo y llevar a la heladera 4
horas.
Retirar el aro, espolvorear con cacao amargo y decorar con la pera reservada y hojas de menta
|