½ kg de cerezas maduras y frescas
1 l de agua
100 g de azúcar
1 estrella de anís
1 cucharada de granos de pimienta negra
Cáscara de una naranja
½ copa de licor de anís
10 g de gelatina sin sabor
1. Lavar muy bien las cerezas teniendo cuidado de no extraerles el cabito. Colocarlas en un colador y reservar.
2. Colocar el litro de agua en dos cacerolas (½ litro en c/u). En una, agregar la cáscara de la naranja, el anís estrellado
y los granos de pimienta. Calentar y cocinar a fuego bajo hasta obtener 1/5 de su volumen. Apagar. Cuando haya tomado temperatura
ambiente, tamizar y reservar.
3. En la otra cacerola, colocar la gelatina, disolver muy bien y calentar hasta que rompa el hervor. Apagar el fuego,
mezclar con el líquido anterior y el licor de anís.
4. Colocar una cereza en cada espacio de la cubetera. Los cabitos deben quedar hacia arriba.
5. Cubrir con la gelatina y llevar a la heladera hasta que solidifiquen. Para retirarlos, apoyar la cubetera sobre agua
tibia y colocar cada una de las cerezas recubiertas por la gelatina de anís en un plato hondo con un poco de agua y hielo.
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