-El zumo de 6 naranjas
-800 g de fresas
-4 yogures naturales
-Azúcar al gusto
Verter el zumo de naranja recién exprimido en una bandeja con el suficiente fondo como para que no se nos desborde. Tapar
con papel filme y congelarlo, pudiendo hacer ésta operación de víspera.
Lavar las fresas. Las pasamos por agua enteras, rápidamente y las escurrimos. A continuación con un cuchillo afilado les retiramos
el extremo del tallo y las partes que estén sobremaduradas o con podredumbre. Las partimos en cuartos y si son muy grandes,
en más pedazos. Las metemos en un bol.
Batir el yogur con un tenedor o una cuchara, hasta dejarlo bien cremoso y endulzarlo al gusto, colocándolo en el fondo de
cuatro boles. Distribuir sobre el yogur las fresas troceadas. Introducir los boles bien cubiertos en la nevera, hasta que
vayamos a servir el postre. Todas éstas operaciones las podemos elaborar con mucha antelación
Llegado el momento de servir el postre, rascar con una cuchara o con las púas de un tenedor la superficie congelada del zumo
de naranja, de manera que saquemos escamas y convirtamos la bandeja congelada en granizado fresco. Lo distribuimos sobre el
yogur y las fresas de los boles y lo servimos rápidamente.
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