- 200 gr de chocolate oscuro de buena calidad
- Un cuarto de litro de leche
- Un cuarto de litro de nata líquida
- 4 yemas de huevo
- 6 cucharadas de azúcar
- Una puntita de cuchara de café soluble
Se corta el chocolate. A continuación, se hierve la nata, el café y la leche en una cazuela a fuego muy suave, para que no
se agarre. En el momento que rompa el hervor, se retira del fuego para que se temple.
Aparte, en un bol, se baten las yemas con el azúcar hasta obtener una mezcla bien cremosa.
Cuando esto ocurra, sobre el bol, se añade la mezcla hervida y se bate bien para que se unan ambas preparaciones. Este conjunto
se vierte en la cazuela vacía en la que se cocieron la leche y la nata y se pone a fuego muy suave, imperceptible, sin dejar
de dar vueltas con una espátula de madera, hasta que espese, durante unos diez minutos (la crema espesará ligeramente).
Mientras, se limpia el bol en el que se hizo la mezcla, se introduce el chocolate y se mete en un horno microondas a potencia
mínima (no debe quemarse). Una vez bien disuelto, se añade poco a poco la crema todavía caliente al chocolate derretido y
se mezcla con una espátula. Se vierte el conjunto en seis recipientes, se dejan en la nevera tapados durante unas dos horas
y se sacan media hora antes de servir. Se acompañan con helado o crema chantillí.
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