-1 l. de leche de oveja
-Cuajo líquido
-Sal
![cuajada1.jpg](sitebuildercontent/sitebuilderpictures/cuajada1.jpg)
Distribuir en el fondo de seis tarros de barro o porcelana dos o tres gotas de cuajo líquido.
![cuajada2.jpg](sitebuildercontent/sitebuilderpictures/cuajada2.jpg)
Poner a hervir la leche con una pizca de sal, retirándola inmediatamente del fuego.
![cuajada3.jpg](sitebuildercontent/sitebuilderpictures/cuajada3.jpg)
Ayudándonos de un termómetro, esperar hasta que la temperatura de la leche baje hasta los 37ºc aprox., momento en el cual
podremos meter el dedo sin riesgo a quemarnos (otra forma de comprobar la temperatura, si no disponemos de termómetro).Distribuir
la leche en los tarros escogidos.
![cuajada4.jpg](sitebuildercontent/sitebuilderpictures/cuajada4.jpg)
Dejar cuajar a temperatura ambiente sin tocarlos hasta que pasen aprox. 15 minutos. Hay quienes una vez hervida la leche,
retiran la nata que se forma en la superficie y la distribuyen en cada tarro nada más vertida la leche. De esta forma disfrutaremos
de un postre mucho más rústico y rico en matices proporcionados por el sabor denso y meloso de esta capa de grasa. Si no se
van a comer inmediatamente cubrirlas con un papel filme e introducirlas en la nevera, no dejando pasar más de 2 días hasta
su consumo. Acompañarla con frutos secos tostados, avellanas, nueces y almendras.Se añade miel o azúcar poco a poco, desgajándola
con la cuchara y volviendo a azucarar según vamos llegando inevitablemente al fondo. En ningún caso es oportuno verter el
azúcar o la miel y revolver, recomendación extensible a otras preparaciones lácteas cuajadas como el yogur.
|