2 l de leche
4 huevos
6 yemas
200 g de miel
1 ramita de romero
caramelo
200 g de azúcar
1. Colocar la leche en una cacerola junto con el romero. Reducirla a fuego bajo hasta obtener la mitad de su volumen.
Retirar, incorporar la miel, sacar la ramita de romero y dejar reposar hasta que tome temperatura ambiente. En un bol, batir
los huevos con las yemas. Agregar la preparación de leche, tamizándola finamente. Batir bien y reservar.
2. Caramelo: caramelizar una flanera con el azúcar distribuyéndola muy bien. Colocar la preparación dentro del molde y
cocinar en baño de María dentro del horno, a temperatura mínima (máximo 120°C), entre una hora y media y dos. Para comprobar
si el flan está cocinado, introducir un palillo de madera en el centro; éste debe salir limpio. Retirar del horno, dejar enfriar
a temperatura ambiente y conservar en la heladera durante seis horas como mínimo. Desmoldar bien frío.
3. Puede acompañarse con crema batida.
Importante: durante la cocción la temperatura no debe exceder los 120°C: si rompe el hervor, se forman burbujas de aire.
Mucha gente cree que estas son la características que tiene que tener el flan casero. Esto no es así: debe ser liso y homogéneo.
Si la temperatura mínima del horno no es muy baja, se puede dejar la puerta apenas abierta
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