yemas 4
azúcar impalpable tamizada 200 GRAMOS
chocolate en trocitos 150 GRAMOS
leche 1 TAZA
harina leudante 1 TAZA Y 1/4
claras 4.
LO QUE LLEVA EL RELLENO
Crema chantillí PREPARADA CON 250 GRAMOS DE CREMA Y 2 CUCHARADAS DE AZUCAR
Frutillas azucaradas A GUSTO (YO USE 500 GRAMOS)
Varios
Molde con tubo central de 22 cm enmantecado y enharinado
Ponga en un bol las yemas y el azúcar impalpable previamente tamizada. Bátalas con el batidor de alambre o en la batidora
eléctrica hasta obtener una crema. Disuelva el chocolate cortado en trocitos en la taza de leche (recuerde que yo uso las
de 1/4 litro), revolviendo continuamente sobre el fuego con la cuchara de madera.
Vierta el chocolate disuelto y mientras aún está caliente sobre el batido de yemas que hicimos en el bol. Mezcle bien con
el batidor de alambre hasta dispersarlo. Deje entibiar la mezcla unos minutos. Luego agréguele la harina leudante y continúe
mezclando con el batidor mientras efectúa movimientos envolventes para integrar mejor.
Bata las claras a punto de nieve bien firme. Vuélquelas sobre la mezcla anterior y revuelva con batidor. Vierta la preparación
en un molde con tubo central de 22 centímetros de diámetro previamente enmantecado y enharinado. Cocínela en horno moderado
aproximadamente 45 minutos o hasta que, al clavarle una brochette, salga sin adherencias.
Desmolde la torta sobre rejilla y déjela enfriar muy bien (si es posible, de un día para otro, tiempo no contemplado en la
indicación). Divídala en 3 capas. Reármela con la crema chantillí (bata la crema con el azúcar hasta que haga dibujos) y las
frutillas azucaradas, escurridas y cortadas en tajadas verticales. Reserve algunas enteras para decorar.
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