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150 g de chocolate negro (75% cacao)
1/2 l de nata
6 yemas
175 g de azúcar + 75 g de caña
1 cucharada de té de maicena.
Poner el chocolate en trozos con 1, 5 dl de nata líquida en un cazo al baño maría.
Retirar del fuego y remover bien.
Enfriar.
Batir las yemas con 175 gramos de azúcar y la maicena.
Calentar el resto de la nata y, antes de que llegue al punto de ebullición, retirar del fuego.
Verter poco a poco sobre la preparación de las yemas, batiendo constantemente.
Poner en un cazo al baño maría, a fuego bajo, y remover hasta que empiece a espesarse (unos 5 min).
Agregar lentamente a la mezcla de chocolate, hasta que quede una preparación suave y homogénea.
Verter en 6 moldes individuales y dejar en la parte baja de la nevera una noche.
En el momento de servir, espolvorear cada uno de los moldes con parte de los 50 gramos de azúcar reservados.
Quemar con un hierro al rojo vivo.
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