LO QUE LLEVA
masa de tarta dulce crocante, cocida en molde desmontable de 24 cm de diámetro.
Lo que lleva el relleno
frutillas limpias 250 GRAMOS y 750 GRAMOS EXTRA
azúcar MEDIA TAZA
almidón de maíz 2 CUCHARADAS (O 2 CUCHARADITAS DE GELATINA SIN SABOR)
agua UN TERCIO DE TAZA
crema chantillí PARA DECORAR
un molde de 22 centímetros, acaramelado.
Procese los huevos junto con la sal, la leche, el azúcar y la esencia de vainilla, hasta integrar bien los ingredientes. Vierta
la preparación en el molde indicado, previamente acaramelado por todos sus lados, y cocínela en el horno, a bañomaría, hasta
que esté firme. Retire el flan del horno (y del bañomaría) y déjelo enfriar muy bien sin desmoldar. Cuando baje un poquito
la temperatura, llévelo a la heladera.
Lave las frutillas y, cuando estén limpias, quíteles los cabitos (no antes, para que evitar que les entre agua). Procese las
frutillas con el azúcar. Vierta el puré obtenido en una cacerolita, llévelo al fuego y deje que rompa el hervor. Unale el
almidón de maíz diluido en el tercio de taza de agua (o, en su reemplazo, utilice 2 cucharaditas de gelatina sin sabor remojada
en agua fría y disuelta a bañomaría).
Vierta la preparación dentro de la tarta cocida. Si usó el molde con aro lateral desarmable no la desmolde aún para no correr
riesgos (yo, como tengo un uno por ciento de valentía, me arriesgué...). Cúbrale el fondo con el puré de frutillas frío y
extiéndalo cuidadosamente. Estaciónela en la heladera hata que esta base de frutillas esté bien firme. Reserve un poco de
puré para untar más tarde la superficie
Tómese un tranquilizante o hágase dar unos buenos masajes relajantes... ¿Listo? Ahora respire hondo y desmolde el flan sobre
un plato de diámetro adecuado, previamente humedecido con agua. Con ayuda de una espátula ancha (y sin que le tiemble el pulso...)
deslice el flan sobre el puré de frutillas que puso dentro de la tarta cocida (que sigue estando en el molde). Retire con
cuidado el aro lateral del molde.
Unte totalmente la superficie del flan con una capa finísima del puré de frutillas reservado y cúbrala con el resto de las
frutillas, sin el cabito y puestas codo con codo (si no le alcanzaran... ¡pártalas por la mitad, a lo largo!). Termine el
borde con una guardita de crema chantillí. Mantenga la tarta en la heladera hasta el momento de servir. Y si le quedan ganas,
abrillante las frutillas con mermelada reducida.
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